¿En qué puede mejorar el Barcelona el año que viene? 🔍 | OneFootball

Comienza 2020 y con él otro año en el que el Barcelona vuelve a aspirar a todo con una obsesión por todos conocida: la Champions.

La llegada de Griezmann ha dado variables en ataque y con De Jong se ha asegurado a uno de los mejores centrocampistas de presente y, sobre todo, futuro. Sin embargo, en ONEFOOTBALL creemos que el Barcelona necesitará reajustar ciertas cosas para reinar en Europa. Comenzamos.

Atacan 11, defienden 11

Para liderar en España al Barcelona, año sí y año también, le basta con Messi y Suárez y su acierto en área contraria. Sin embargo, en la Champions las fuerzas se igualan y el contar con dos jugadores “ajenos” al sistema defensivo penaliza y mucho a cualquier equipo, lleve el escudo que sea.

A pesar de que contra el Liverpool y otros encuentros europeos los dos sudamericanos intentan ponerse el mono de trabajo, el Barcelona necesita implantar una presión trabajada. Grupal. Orquestada. Algo que va mucho más allá de momentos concretos. Esto, como todo en el fútbol, requiere tiempo y una rutina de trabajo que debe comenzar ya, si no volverá a ser tarde.

Busquets y la presión tras pérdida

El Barcelona necesita robar en las primeras alturas si quiere ser favorito. Cada metro que avanza el rival significa alejar a sus delanteros del área y lo que ello conlleva con dos jugadores que superan la treintena.

Los blaugrana necesitan que Piqué, pero sobre todo Busquets, vuelvan a colocar la bandera en campo rival. Robar y ceder el balón a Messi en la frontal significará dominar todos y cada uno de los encuentros. Ser mejor que el rival. El intercambio de golpes no gana Champions, no en Barcelona.

Recuperar al mejor Arthur

Siguiendo con la máxima que el Barcelona sólo conquistará Europa siendo mejor que el rival, los azulgranas necesitan a Arthur.

El brasileño dota al Barcelona de control y es capaz de imprimir ritmo o, cuando toca, dormir los encuentros. Ir a por todos los títulos sin el brasileño es algo que no se puede permitir el Camp Nou que, cada día que pasa sin él, se aleja más y más del objetivo.

Griezmann y el balón a la espalda

Con Messi y Suárez -en el pasado también Coutinho y Dembélé- pidiendo cada pelota al pie, el Barcelona ha vivido del alley oop de Leo a Jordi Alba durante tres temporadas. Hoy por hoy ya parece difícil sorprender así por lo que Antoine es decisivo para ofrecer alternativas de un ataque cada año “viejo” y más estático.

Los movimientos de fuera a dentro a la espalda de la defensa abren espacios, obligan al rival a ensanchar líneas y facilitan la labor de un Messi que es, a día de hoy, el mejor pasador del mundo. Si Griezmann se convierte en el Giuly de 2005 el Barcelona tendrá mucho ganado.

Jugar bien primero, ya se ganará después

Es la máxima en la que el Barcelona y el barcelonismo debe insistir: sin jugar bien no se ganan Champions, no en Barcelona.

Ser protagonista, tener el balón, dominar los partidos y disfrutar sobre el campo. El equipo primero, Messi después. Cuanto más se parezca el Barcelona a Argentina y más dependa del “10” en lugar del juego de posesión, las opciones se reducen a milagros. ¿Posibles? Sí, pero milagros al fin y al cabo.