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Daniel Cadena Jordan·17 de agosto de 2019
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Daniel Cadena Jordan·17 de agosto de 2019
Las expectativas son inciertas para un Real Madrid que llega con plantel limitado al debut liguero.
Tras una temporada tildada de mala por buena porción de la afición, y como insuficiente por la otra, llegó una pretemporada donde las primeras sensaciones eran buenas. Después de 300 millones invertidos en el mercado, ¿cómo no?
Pero luego vino el turbulento Clásico Madrileño en los Estados Unidos, así como claras señales de un vestuario todavía trastocado por el bajón de calidad del 2018/19.
A la par, las lesiones añaden un matiz extra a un plantel que comienza la Liga 2019/20 sin cinco figuras, tres de ellas traídas recién este verano.
Sin Eden Hazard, Marco Asensio, Ferland Mendy, Rodrygo y posiblemente Brahim Díaz, Zinedine Zidane debe disponer una plantilla prácticamente idéntica a la de la campaña anterior.
Ante las bajas, Luka Jovic, que no resultó siendo del agrado de Zidane, pudiese tener una oportunidad de demostrar que el técnico estaba equivocado en relación a él. La tensa calma en el frente Bale no termina de suavizar, por lo que el galés siendo titular luce poco probable.
Lucas Vázquez, otra opción más, ha tenido un verano donde su estatus de suplente se confirmó. Difícilmente se le fíe la tarea de suplir a un Hazard con el que se contaba para alivianar la carga a fuerza de experiencia y calidad.
Otro nombre donde no hay claridad: James Rodríguez. Tampoco enteramente del agrado de Zizou -hay un patrón, por lo visto-, el colombiano recién devuelto de Múnich sería una opción más técnica que de fuerza física, donde el serbio y el galés despuntan.
Un pequeño puzzle para que el míster se entretenga, a la par que su dinámica con varias de las alternativas del equipo complica que el compromiso sea absoluto con la causa que dirige el francés.