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Carlos Muñoz del Real·17 de septiembre de 2019

📝Ter Stegen es más grande que el muro amarillo

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Empate sin goles en el Signal Iduna Park en un partidazo del meta alemán que detuvo un penalti. Messi jugó 30 minutos y el Barça dejó malas sensaciones.

El Barcelona salió a tener el balón, algo que con De Jong, Arthur y Busquets tenía asegurado. Ansu Fati se movía por ambas bandas y generaba indecisión en una defensa comandada por un Hummels imperial. El Dortmund vivía de jugadas rápidas, de la velocidad de Reus y el olfato de Alcácer.


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El capitán del Borussia Dortmund tuvo en sus botas el 1-0 en un mano a mano con su compatriota Ter Stegen que este sacó a la perfección. Pasada la media hora de partido, Jordi Alba se tenía que retirar lesionado por un problema en el bíceps femoral de la pierna izquierda. El Barça acabó mejor la primera parte, pero el gol no llegó.

Gran comienzo de segunda parte con una ocasión de Suárez que cerca estuvo de marcar tras 4 años sin hacerlo fuera de casa en Champions. El gran momento llegó en el minuto 55: penalti de Semedo sobre Jadon Sancho. De nuevo Reus contra Ter Stegen y de nuevo se repetía la historia: paradón del meta alemán.

Al mismo tiempo que se evitaba el gol del Dortmund, se producía el regreso de Leo Messi. El ’10’ salía a los 58 minutos, pero los amarillos daban más sensación de peligro, movían el balón de lado a lado (Alcácer estuvo cerca de conectar una ocasión) y el Barça se encomendaba a una acción de Messi.

El Dortmund se desataba y de qué manera. Primero Julian Brandt estrellaba un balón en el larguero y más tarde de nuevo Ter Stegen le amargaba la noche a Reus con un paradón a bocajarro.

A medida que pasaban los minutos, el Barça parecía dar por bueno el empate, mientras el Dortmund apelaba a tener una última ocasión que hiciera ganar el partido. Finalmente no se movió el marcador inicial y gran parte de culpa la tuvo un Ter Stegen que hoy fue un muro inexpugnable para el Dortmund.