📝 Un agónico gol de Bustos salva a Independiente en Brasil | OneFootball

Independiente llegó al norte de Brasil con un margen de error pequeño. En el partido de ida había ganado 1-0 en Avellaneda. Con esa escueta ventaja, el Rojo llegó al estadio Gobernador Castelao, con mucho calor, humedad, y la presión de no recibir un nuevo golpe. La forma en la que el Rojo consiguió la clasificación, al caer por 1-2, fue una prueba al corazón de todos los hinchas, que tienen claro que a veces hay que saber sufrir.

El equipo brasileño comenzó el partido convencido de hacer pesar la localía en el partido más importante de su historia. Independiente sabía que un gol suyo podía sellar la clasificación, pero sus intentos de avanzar en la cancha mostraron a un equipo dubitativo e inconexo. Fortaleza apostó a ensanchar la cancha con las constantes subidas de sus laterales. Juninho, Osvaldo y Romarinho poco a poco se convirtieron en una pesadilla para los volantes y defensas del Rojo.

A los 26′, Osvaldo entró al área, descolocó a Bustos con una gambeta rápida y lateral terminó cometiéndole una falta clara. El árbitro estaba muy cerca de la jugada y no dudó en cobrar penal. La ejecución estuvo a cargo del 5, Juninho, que ajustó su remate al palo derecho de Martín Campaña. Fue el 1-0 que mandaba todo a la definición por penales, pero todavia faltaba correr mucha agua bajo el puente del partido.

Independiente no reaccionó con la rebeldía necesaria a ese cimbronazo. Siguió demasiado recostado contra su área, peligrosamente cerca de Campaña. Así terminó el primer tiempo, Fortaleza buscaba aprovechar su momento mientras Independiente se limitaba a esperar que llegara el descanso.

En el comienzo de la segunda parte, Independiente trató de avanzar para conseguir ese gol que le trajera también la calma. Sin embargo, Fortaleza demostró que podía ser muy peligroso de contragolpe, y el Rojo tuvo que reconsiderar qué riesgos estaba dispuesto a correr.

¿Qué pasó a los 77′? Se lesionó Romarinho. En su lugar entró Marlon. Un minuto después, Fortaleza aprovechó un fallo en la salida de Independiente y combinó por derecha, el lateral derecho, Díaz, entró al área y puso un centro en diagonal rasante. El que llegaba de frente en la medialuna era Marlon, que remató bajo, fuerte, contra el palo izquierdo. El 2-0 obligaba a Independiente a quemar las naves. Tenía diez minutos para ir a buscar la clasificación.

La más clara de esos últimos minutos llegó a los 88′, con una buena jugada dirigida por Leandro Fernández que pasó por Roa y terminó con un débil cabezazo de Cecilio Domínguez a las manos de Alves. La cara de Pusineri, a esa altura, lo decía todo.

¿Qué pasó en el minuto 93′? A fuerza de coraje, de inspiración personal, Independiente se fue arriba, Bustos entró al área y desde un ángulo imposible metió una pelota que se desvió en el camino y se clavó abajo, contra el palo. Un gol de oro que desbarató la pesadilla y la tiñó de alivio.