📝 El Borussia se recupera de milagro ante el coraje del Paderborn | OneFootball

Hay quienes sostienen que el fútbol es la dinámica de lo impensado. Puede no parecerlo siempre, porque la mayoría de las veces ocurre lo que se suponía que ocurriría, pero en ocasiones una fuerza misteriosa toma el control de los eventos y pasa lo que nadie imaginó. Y entonces es cuando el fútbol recupera la capacidad de sorprendernos a todos.

En la previa, un encuentro entre el Borussia Dortmund y el modesto Paderborn parecería ser un afable paseo por el campo para los de Dortmund, que esperaban contar con los tres puntos para meterse en la zona de clasificación a Europa de la Bundesliga.

Y es que hasta hoy el Paderborn llevaba solo 1 victoria, 1 empate y 9 derrotas, lo que lo situaba en el fondo de la tabla. El tempranero gol de Mamba (5′) con el que el Paderborn abrió el marcador fue un toque de alerta para el Borussia, pero todavía quedaba mucho partido por delante.

Sin embargo, el primer tiempo transcurrió sin que llegara la igualdad, y la suficiencia inicial del Borussia acabó de convertirse en nerviosismo cuando otra vez Mamba (37′) duplicó la ventaja. Si algo faltaba para que el Paderborn bordara una primera mitad de ensueño, ese algo ocurrió: Holtmann (43′) puso el 3 a 0.

Presa de la desesperación, el DT del Borussia, Lucien Favre, veía cómo su cargo pendía de un hilo y decidió quemar los puentes: puso en el campo a Brandt, Peligro y Hakimi en lugar de Alcacer, Dahoud y Schulz.

El revulsivo pareció dar resultado en el comienzo del segundo tiempo, cuando Jadon Sancho (47′) anotó un gol de precisión clínica para señalar el descuento que abría una esperanza para los suyos: la cuesta parecía un poco menos empinada.

Lanzados al ataque, los dirigidos por Favre pusieron bajo asedio la portería del Paderborn a partir de ese momento: Reus, Hakimi, Witsel, y varias veces Hummels, tuvieron chances de anotar, pero fallaron o sus intentos fueron bien contenidos por el portero Leopold Zingerle.

Recién a los 65′ pudo el Paderborn escapar a la asfixia para aproximarse al área del Dortmund con un intento, una vez más, de Sterli Mamba, que aunque no generó peligro sirvió para oxigenar a su equipo de cara al último tercio.

Luego del respiro, todo continuó como hasta entonces: Reus, Sancho y Witsel siguieron intendándolo todo, pero los defensores del Paderborn y su portero (además de la fortuna) mantuvieron el marcador estático a medida que el reloj se acercaba al final.

Para ese entonces, la frustración nublaba a los jugadores del Dortmund y todos sus intentos zozobraban, como el disparo de Brandt al 76′, que debió ser el 2-3, pero salió débil y directo a las manos de Zingerle.

Sin embargo, para que el dramatismo llegara al pico de la emoción tenía que llegar ese gol del Dortmund que pusiera una nota de incertidumbre a los últimos minutos, y fue Witsel (85′) el encargado de anotarlo con un disparo fuerte, muy esquinado, inatajable. Los más de 80.000 espectadores inhalaron y contuvieron el aliento a partir de ese instante.

Solo dos minutos después, Sancho tuvo la igualdad en sus pies, pero no consiguió acertarle a la portería. Con el tiempo cumplido, el colegiado señaló 4′ minutos adicionales, ¡pero Reus solo necesitó 3 para marcar la igualdad definitiva en un partido de infarto! Impecable golpe de cabeza de Reus cerca del poste derecho.

Y eso fue todo. Lo que iba a ser un paseo por el campo no lo fue; tampoco fue la hazaña del pequeño ante el gigante; y el empate final parece un premio justo para un equipo que en todo momento intentó sobreponerse a la situación, pero qué difícil es no sentir simpatía por el coraje de los jugadores del Paderborn y su generosidad en el campo.