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Alejandro Diago·10 de marzo de 2019
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Alejandro Diago·10 de marzo de 2019
No se puede salvar mucho de esta temporada para el Real Madrid. La debacle vivida en la Liga de Campeones y las malas actuaciones en Liga y Copa del Rey están haciendo de este año una temporada para olvidar completamente. Sin embargo, en las tinieblas hay un pequeño halo de luz. Y Andriy Lunin forma parte de él.
El guardameta ucraniano, que llegó el pasado verano a la Casa Blanca procedente del Zorya Luhansk, salió cedido al Leganés a inicios de curso. Apenas estaba gozando de oportunidades debido al gusto de Pellegrino por mantener al Pichu Cuéllar. Pero ayer demostró todo el talento que tiene y de lo que es capaz.
No sólo detuvo un penalti a Koke, sino que también firmó varias paradas estelares que desvelaron el gran potencial de guardameta que hay en sus manos. La próxima temporada tendrá que estar al lado de dos mitos como Courtois y Navas. Pero Lunin está demostrando que tiene nivel para ocupar la meta del Madrid.